Origen del croissant
Existen muchos platos, productos etcétera que su origen se asocia a un sitio o región en concreto, pero luego es todo lo contrario. La mayoría damos por sentado la historia de origen que nos cuentan, la aceptamos y promulgamos. Como bien hemos dicho antes, esto no siempre es así.
Por ello, en este post de Tahona Jardines, para contarte el verdadero origen de uno de los productos favoritos de la pastelería… ¡el croissant!
El croissant tiene su origen en Francia… o no.
Podemos afirmar que la mayoría asociamos el origen del croissant a Francia, aunque en este artículo venimos a contarte su verdadero origen, nada más y nada menos que en Austria. ¿Cómo te has quedado? Además, el croissant se originó a través de un acontecimiento histórico e interesante.
Si quieres saber más, acompáñanos en este post dónde daremos un ligero paseo por la historia y dónde acabaremos dándote algunos consejos para disfrutar de este delicioso producto. ¡Allá vamos!
Un poco de historia
Como en todo, existen varias versiones sobre el origen del croissant, aunque donde más gente coincide es que se remonta a Viena (Austria) del siglo XVII.
Allá por el año 1683 el Imperio Otomano avanzaba imparable por toda Europa y uno de sus objetivos a conquistar fue la ciudad de Viena, la cual para su desgracia se encontraba amurallada. Esto los llevó a seguir la estrategia de cavar, con el fin de llegar al interior de la ciudad por debajo del suelo, trabajo el cual solo realizaban de noche para no alertar a los defensores.
Con lo que no contaban era con el honorable oficio de obrador. Como bien es sabido, los obradores trabajaban (y trabajan) por la noche, por lo que se percataron de las intenciones otomanas, dando la voz de alarma y repeliendo la intencionada invasión.
Con motivo de la victoria, los panaderos crearon un bollo en forma de media luna, la cual estaba en la bandera otomana, representando el hecho de “comerse a los turcos”, dando lugar al croissant.
¿Entonces Francia?
Te preguntarás por lo tanto por que se asocia el croissant a Francia, muy sencillo, a partir de la historia anterior, el croissant se extendió por toda Europa, donde los franceses fascinados por su sabor, le dieron su nombre oficial.
Debido a su forma y la semejanza con el cuarto creciente lunar, decidieron darle el nombre “creciente” o Croissant en Francés. A partir de aquí siguieron experimentando con él, creando su versión actual, la cual es más hojaldrada.
Sus mejores aliados
Además de darte a conocer este origen cuanto menos curioso, también nos gusta que disfrutes comiendo este delicioso producto y exquisito producto. Por ello, desde nuestra panadería artesanal en Bilbao, te vamos a dar una serie de acompañantes para el croissant que a parte de originales ¡están deliciosos!
-Salmón: tal y como lees, si le pones salmón ahumado a tu croissant junto con una rica crema de queso de untar, te aseguramos que no volverás a desayunar otra cosa.
-Huevos y bacón: pues sí, al más puro estilo americano, acompañarlo de huevos y bacón te hará empezar el día con el doble de energía. Eso sí, no abuses mucho de esta combinación porque la grasa será tu enemiga.
-Mixto: los clásicos nunca fallan y en este caso no iba a ser menos, jamón de york y queso, una propuesta infalible.
-Chocolate: no nos olvidamos de los que son más de dulce que de salado. Por ello, te recomendamos que bañes tu croissant en abundante chocolate y disfrutes de este manjar de dioses.
En definitiva, esperamos que este recorrido por la historia del croissant te haya fascinado tanto como a nosotros y esperamos que pongas en practica las ideas y combinaciones que te hemos dado para consumir este producto.
Si buscas una panadería artesanal en Bilbao, en Tahona Jardines, te ofrecemos los mejores croissants que podrás encontrar, y si es acompañado mejor que mejor, podrás disfrutar de un desayuno o merienda del cual no podrás desprenderte, cada bocado será único.
¡Te esperamos en calle Jardines Nº10!