Dulce Carolina, su historia.
Dulce Carolina, su historia.
Si eres de Bilbao, seguro que conoces el dulce llamado Carolina, pero sabes que tiene su historia, aquí en el blog de la Tahona Jardines, te la contamos por si no la sabias pero espero que si hayas probado este manjar tan exquisito, es uno de los dulces tradicionales de Bilbao y no hay pastelería que no las tenga en sus vitrinas.
Como suelen empezar las historias, cuentan la leyenda que a mediados del siglo XX, un pastelero de Bilbao quiso sorprender a su hija, con cabello rubio y hermosa sonrisa, en el día de su cumpleaños y como mejor que hacer un dulce con merengue, que era lo favorito de su hija y decidió hacer algo con ese ingrediente estrella.
Como dulce especial, aparte de tener merengue tenia que ser especial y visualmente bonito para sorprender a su hija, quería que no fuese solo merengue y no manchase las manos, así que le puso una capa fina de hojaldre relleno con pan de higos sabroso y consistente, hoy en día la sustituye normalmente con crema pastelera y rematarlo con el merengue en forma de pirámide y decorado con unas láminas de huevo y chocolate crujiente para hacerlo más bonito.
Hoy en día, es la base de un pastel de arroz con merengue italiano y la cobertura de yema y chocolate, que en días importantes esa cobertura cambia sus colores por la del día especial.
Este dulce, recibió el nombre de su preciosa hija que como no, se llamaba Carolina y desde entonces este dulce esta presente hoy en día en todas las pastelerías bilbaínas y tienen una gran demanda y ha conseguido que el dulce Carolina sea un símbolo más de la ciudad de Bilbao, como lo es también el pastel de arroz o el bollo de mantequilla, dulces tradicionales y exquisitos de la Villa, estos son manjares que fuera de Bilbao no hay, son únicos de Bizkaia.
Así de importante es este dulce, que ha sido protagonista del cartel oficial de unos Carnavales de Bilbao, en concreto los de 2009, en dicho póster, Mr. Potato se disfrazaba de Sr. Karolino (la versión masculina de la Carolina) dela mano de Jokin de Cerio Millán, y desde entonces, todos los carnavales se llenan los escaparates de Carolinos, un dulce con ojos, boca, nariz, bigote, cejas y orejas.
No acaba en punta como el dulce original para poder ponerle txapela o boina de chocolate, es una de las curiosidades de este manjar, aparte de otros como por ejemplo, el Día Internacional de la Mujer, las pasteleras y pasteleros vascos sustituyen el chocolate y la yema que va recubierto el merengue por el color morad en honor al día, igual pasa también el Día del Orgullo LGTB que las suelen vestir de los colores arcoiris.
Y como no podía faltar y cobra su gran protagonismo, es cuando nuestro querido Athelic Club ha afrontado algún compromiso de verdadera entidad, nuestro dulce Carolina se viste de rojo y blanco, por nuestro amado Athelic.
Así que nuestra protagonista de hoy, es un dulce icono de Bilbao, y como has leído lleno de simbolismo y de cosecha propia como debe de ser, como se suele decir, lo de casa lo mejor, y hasta tiene su propia fiesta, la Fiesta de la Pastelería artesana de Bizkaia, para hacer este dulce más bilbaína si cabe, los pasteleros reparten cada año más de 3000 dulces Carolinas en una gran fiesta.
Así que seas o no de Bilbao, no dudes en acercarte al Casco Viejo de Bilbao, que allí esta nuestra Tahona Jardines, que tenemos los mejores dulces Carolinas, todo hecho artesanalmente y como no, con productos cine por cien artesanos y todo echo en nuestra Tahona, no lo dudes, te estamos esperando.